albertano: ah, no seas naco, ¿cómo le vamos a poner vítor albertano? ¿quieres que le hagan bullying en la escuela o qué? no, vamos a ponerle uno bien chido. ya sé, albertano vítor. vítor: no manches, ese nombre está más peor, güey. no, ninguno me late. ¿sabes qué? mejor así le dejamos, y cuando tenga uso de razón le preguntamos cómo se quiere llamar. mujer: ay, brian, hijito. ambos: ¿brian? rosita: sí, muchachos, el bebé se llama brian, y pues, ella es su mamá. albertano: no, yo soy su mamá. vítor: albertano. pues, ¿no que no? albertano: ah, no, ¿verdad? vítor: a ver, espérame tantito, ¿o sea que dices tú que ella es la mamá? rosita: sí. vítor: no, pues, déjame ver si reconozco al bizcochito, porque si algo tengo yo es de que me acuerdo, pues, a quién le rayo su cajuela, y tú no se me haces conocida. o sea, entonces, eso quiere decir que el niño no es mío. es tuyo. albertano: a ver, a ver. qué tú eres de cuautitlán izcalli, ¿sí o no? mujer: pues, no. albertano: ah, no, entonces no. qué misterio, ¿quién es el ver